Hoy en día, la depresión es uno de los trastornos mentales del mundo moderno que afecta a un número creciente de personas de diversas formas. Este tipo de desequilibrio pone en peligro la vida del individuo, modificando los parámetros habituales en los que debe producirse. Por lo tanto, un estado de ánimo equilibrado es reemplazado por cambios de humor repentinos y pesimismo.

Causas de la depresión

Entre las causas más comunes de depresión se encuentran la herencia genética, las experiencias personales traumáticas y los factores fisiológicos (como los niveles de serotonina).

Depresión y salud física

El cuerpo y la mente están en una relación permanente de influencia mutua. El lema «mens sana in corpore sano» ilustra perfectamente la conexión entre la salud física y la cognición. Un estudio realizado por la neuropsiquiatra Kristine Yaffe de UCSF – Universidad de California, San Francisco – concluyó en 2001 que una persona mayor de 65 años que estaba físicamente activa tenía un 30% menos de riesgo de sufrir un deterioro mental. La estimulación cerebral tiene lugar en el contexto de un estilo de vida dinámico, al igual que una enfermedad física puede comprometer la cognición.

Los cambios en la estructura del cerebro se basan en una serie de procesos químicos. Así como el músculo actúa materializando un pensamiento, la mente puede ser influenciada por una acción que realiza el cuerpo. Si esa acción se convierte en hábito, y la forma de pensar en un caso singular se extenderá al general.

Alimentos y depresión

Los hábitos cotidianos, especialmente la comida, provocan cambios en el estado de ánimo, en la forma en que pensamos e implícitamente en la salud mental. Un ejemplo común puede ser el consumo excesivo de alimentos que aumentan tanto los niveles de energía que el cuerpo se agita. Si, aparentemente, el cambio de humor no tiene una fuente clara y una buena razón, puede deberse a un hábito alimenticio que no consideramos perjudicial, pero que sí lo es. Estos incluyen los siguientes:

  • Dieta alta en azúcar y depresión

Esto puede tener efectos devastadores en el cuerpo. El azúcar apoya el cambio del estado emocional de varias maneras, incluida la reducción del nivel de BDNF (factor neurotrófico cerebral), un síntoma que se encuentra en pacientes con depresión mayor y esquizofrenia. El azúcar también es uno de los carbohidratos que conduce a cambios en el azúcar en sangre, y cuando aumenta el nivel glucémico, aumenta la cantidad de neurotransmisores asociados con la depresión.

  • Depresión y adicción a la cafeína

es un hábito que se establece gradualmente y puede intensificarse con el tiempo. El consumo moderado de café no es un peligro, ya que es beneficioso para las personas que padecen hipotensión. Cuando aumentamos la cantidad de café consumido, no solo desencadenamos un efecto tóxico en el cerebro, sino también en todo el cuerpo. Puede confundir la cafeína con el principal recurso energético que sustenta su correcto funcionamiento, de modo que cuando se reduce la dosis, nuevamente, el nivel de serotonina en el cuerpo disminuye, lo que genera ansiedad, irritabilidad e incluso depresión.

Aunque la mayoría cree que la depresión alimenta la necesidad de beber alcohol, el efecto es el contrario: beber aumenta el riesgo de desarrollar depresión, debido a cambios en la «química del cerebro». Los estudios especializados llaman a este trastorno «depresión inducida por sustancias». El alcohol altera la capacidad verbal, cognitiva y motora, y factores como el aumento de la agresividad o la impulsividad hacen que los cambios en el nivel mental sean indiscutibles.

Remedios dietéticos para la depresión.

La salud emocional se puede mantener y equilibrar mediante elecciones diarias. Por lo tanto, una dieta que proporciona al cuerpo todos los nutrientes que necesita, ayuda al cuerpo a crear una armadura contra los síntomas asociados con la depresión. Un buen ejemplo es el magnesio que tiene un efecto tónico general, siendo un mineral antiestrés. El equilibrio nutricional puede ser la causa de un desequilibrio emocional, pero también la solución ante tal declive. Por ejemplo, los médicos recomiendan a las personas que luchan contra la depresión que coman alimentos como: aceite de oliva, lentejas rojas o avena con miel servida como botana.

Autor: Madalina Todut