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La dermatitis atópica es el tipo de eccema más común, que afecta principalmente a los niños, pero también puede ocurrir en la edad adulta. La dermatitis atópica es una afección crónica de la piel, lo que significa que no se cura. La condición mejora y luego reaparece después de un cierto período de tiempo. Esto se puede controlar mediante el tratamiento, la dieta y hábitos especiales de higiene, como evitar los jabones agresivos.
La dermatitis atópica suele ocurrir en personas con terreno atópico. Se trata de una tendencia familiar o personal de sensibilización, es decir, puede ser hereditaria. Sin embargo, la dermatitis atópica se produce debido a una asociación entre factores hereditarios y ambientales. Descubra todo sobre la dermatitis atópica.
Los síntomas de la dermatitis atópica.
La dermatitis atópica causa síntomas que pueden variar de una persona a otra. Éstos incluyen:
- Manchas de color marrón rojizo en todo el cuerpo
- Prurito que se intensifica durante la noche.
- Piel seca
- Asma
- Alergias
- Pequeñas protuberancias prominentes que pueden contener líquido
- Piel dura, engrosada y sensible.
La irritación de la piel provoca picazón de intensidad variable. La picazón favorece el rascado, pero solo empeora las cosas. Rascarse puede provocar dolor, incluso sangrado y formación de costras en la piel. El desarrollo de heridas favorece las infecciones.
La picazón también afecta la calidad del sueño y la capacidad de concentración, y la afección en sí afecta la salud mental. Por tanto, pueden producirse trastornos como ansiedad y depresión.
Los síntomas pueden mejorar o desaparecer durante ciertos períodos de tiempo. Sin embargo, existen muchos factores de riesgo de recurrencia de la dermatitis.
Causas de la dermatitis atópica.
La dermatitis atópica generalmente ocurre a la edad de menos de 5 años. Los expertos creen que la dermatitis atópica es el resultado de una combinación de factores genéticos, factores ambientales (irritantes) y cambios en el sistema inmunológico.
Los investigadores identificaron una proteína en la piel llamada filagrina, que es responsable de mantener la humedad y proteger la piel de los factores ambientales. Parece que esto mantendría intacta la capa superficial de la piel. La investigación ha demostrado que algunas personas con dermatitis atópica tienen una mutación en el gen que codifica esta proteína. Por tanto, tienen menor cantidad de filagrina, lo que las predispone a la piel seca y su sensibilización.
También parece que las personas que tienen familiares con asma o fiebre del heno (rinitis alérgica estacional) tienen un mayor riesgo de desarrollar dermatitis atópica.
Además de las causas de la enfermedad en sí, hay una serie de factores que desencadenan un nuevo eccema, que agrava los síntomas. Estos pueden variar de persona a persona y son principalmente:
- Estrés
- Irritantes de cosméticos, productos de higiene o domésticos: jabones, detergentes, perfumes.
- Temperaturas extremas
- Cambios repentinos de temperatura
- Descanso insuficiente
- Algunos textiles (lana)
Tratamiento de la dermatitis atópica.
El tratamiento de la dermatitis atópica difiere de un paciente a otro. Es posible que un paciente deba probar varios tipos de tratamiento hasta que identifique el más adecuado para él.
Primero, el paciente debe evitar los desencadenantes. Influyen en gran medida tanto en los síntomas como en la respuesta de la afección al tratamiento. Es importante utilizar únicamente productos dermatocosméticos recomendados por el dermatólogo. Deben evitarse los jabones regulares, ya que resecan la piel.
Para aliviar los síntomas y prevenir un nuevo eccema, es importante que el paciente humedezca su piel con una crema especial. De esta forma, la barrera cutánea se fortalece, la piel se mantiene hidratada y se alivia y previene su sequedad.
El tratamiento en sí incluye la administración de antihistamínicos, fármacos que ayudan a aliviar el picor, para prevenir complicaciones relacionadas con el rascado de la piel. Puede ser necesario el uso de un corticosteroide tópico para reducir la inflamación o la administración de un corticosteroide oral. Otros ungüentos utilizados son los que contienen inhibidores de la calcineurina (tacrolimus, pimecrolimus). Tienen la función de inhibir el sistema inmunológico y se utilizan en pacientes mayores de 2 años. En caso de complicaciones infecciosas, es posible que se necesiten ungüentos antibióticos.
Es importante que los medicamentos y ungüentos se administren de acuerdo con las recomendaciones del dermatólogo, ya que un uso incorrecto o excesivo puede causar efectos secundarios.
Un nuevo método de tratamiento es la inyección de dupilumab, una terapia biológica con anticuerpos monoclonales. Se utiliza en pacientes con una forma grave de dermatitis atópica que no responde a otros tipos de tratamiento.
Pruebas necesarias para el diagnóstico.
Normalmente, no es necesario realizar pruebas para diagnosticar la dermatitis atópica. Se diagnostica tras la anamnesis (historia clínica) y el examen clínico, porque los eczemas son examinados por un especialista.
Sin embargo, es posible que se necesiten pruebas para identificar posibles alergias. Las alergias son un desencadenante e identificarlas ayuda a orientar la terapia adicional. Las alergias más comunes son las alergias a la clara de huevo, la leche de vaca, el trigo, la soja, el pelo de los animales o el polen.
Dieta para la dermatitis atópica
La nutrición también es importante en el tratamiento de la dermatitis atópica. Es importante adoptar una dieta sana, lo más natural posible.
Qué comer:
Es importante incluir en su dieta alimentos que contengan sustancias con función antiinflamatoria:
- Los pescados grasos (arenque, atún, salmón, sardinas) contienen ácidos grasos Omega-3 que tienen acción antiinflamatoria.
- Alimentos ricos en probióticos (bacterias buenas) que ayudan al buen funcionamiento del sistema inmunológico: kéfir, yogur, quesos fermentados, verduras fermentadas (chucrut, encurtidos, etc.).
- Alimentos que contienen quercetina (polifenol): manzanas, brócoli, espinacas, arándanos, cerezas, col rizada.
Que evitar:
Se recomienda evitar alimentos que contengan irritantes, como ácidos grasos trans o conservantes artificiales. Esta categoría incluye productos de comida rápida, margarina, embutidos, snacks y otros productos industriales intensamente procesados. Es importante leer la información en el empaque del producto antes de comprarlo. Los alimentos ricos en azúcar, como los pasteles industriales, los jugos industriales o caseros, también pueden empeorar los síntomas.
Además, si hay alergias a los alimentos, esos alimentos deben evitarse. Las alergias alimentarias más comunes son las alergias a las claras de huevo, la leche, la soja, las nueces y los cacahuetes, el pescado o la carne.
En conclusión, la dermatitis atópica es una afección crónica de la piel que se puede controlar prestando más atención a los hábitos alimentarios y no alimentarios y siguiendo el tratamiento recomendado por su médico.
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