Una dieta pobre en nutrientes conduce a una serie de problemas médicos como obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. La dieta tiene una influencia especial en el cerebro y puede aumentar el riesgo de trastornos mentales y enfermedades neurodegenerativas.

Recientemente se ha informado en estudios que los alimentos «chatarra» poco saludables son tan adictivos como las drogas. Parece que las grasas y los productos azucarados desencadenan los mismos centros de placer en el cerebro que las drogas, lo que explica por qué muchas personas no pueden dejar de consumir estos productos. Estos problemas pueden estar detrás de la epidemia de obesidad.

Una dieta saludable para el cerebro es fundamental para mantener la memoria y el intelecto sanos y capaces de hacer frente a los desafíos diarios y, por último, pero no menos importante, influye en nuestro estado general.

Lo que debemos saber sobre la concentración.

Asegurar una ingesta calórica adecuada y constante a lo largo del día es el primer paso para mantener el enfoque y la concentración. Sin embargo, no es suficiente que se generen señales del cerebro, sino que deben enviarse de una célula a otra. Esto se hace a través de las fibras nerviosas. Al igual que los cables eléctricos, estas fibras nerviosas deben estar «aisladas» para que los mensajes puedan transmitirse. Para construir estas vainas aislantes, el cerebro necesita una sustancia grasa llamada mielina.

Además del ácido fólico, la vitamina B12, los aminoácidos y otros micronutrientes, los ácidos grasos esenciales son indispensables en el proceso de formación de la vaina de mielina. El aceite omega-3 (que se encuentra principalmente en pescados grasos, nueces, semillas, etc.) entra en el proceso de formación y mantenimiento de la vaina de mielina. Esta puede ser la razón por la que los suplementos de aceite de pescado parecen aumentar el rendimiento mental de los niños, aunque los estudios que muestran esto son controvertidos. Si tenemos comidas regulares, tres veces al día, y en los bocadillos nos enfocamos en comer nueces y semillas es un paso importante hacia una mejor capacidad de concentración.

¿Qué hay detrás de «nuestros estados»?

Nuestros sentimientos, como todas las actividades mentales, implican un intercambio alerta de impulsos eléctricos (mensajes) entre las células cerebrales. La información se transmite entre las células a través de ciertos químicos llamados neurotransmisores, que juegan un papel clave en nuestro estado de ánimo. Uno de los neurotransmisores clave es la dopamina, el mensajero del «bienestar». Los niveles elevados de dopamina nos dan estados de entusiasmo, energía y placer. Los niveles bajos de dopamina se caracterizan por sentimientos de vacío, tristeza, irritabilidad y aburrimiento.

Los productos azucarados y los alimentos grasos provocan un aumento de la dopamina. Sin embargo, a un aumento repentino de los niveles de dopamina le sigue una caída igualmente brusca, por lo que es bueno tener una dieta equilibrada que prevenga estos aumentos y disminuciones repentinos mediante una liberación lenta y gradual de dopamina a lo largo del día. Pero si realmente necesitamos un rápido impulso de humor, el chocolate es muy eficaz.

Otro neurotransmisor, llamado serotonina, nos ayuda a sentirnos tranquilos y satisfechos, combatiendo la ansiedad. Un bocadillo de carbohidratos puede elevar rápidamente nuestros niveles de serotonina, pero también podemos despertarnos somnolientos debido a la liberación de insulina, así que nuevamente, es mejor mantener el nivel constante. Para producir serotonina, el cerebro necesita triptófano, un aminoácido esencial que se encuentra principalmente en los huevos y la carne. Un desayuno adecuado puede proporcionarnos la necesidad de serotonina durante todo el día.

En cuanto a la somnolencia, sabemos muy bien que el remedio clásico es la cafeína, pero también hay que consumirla de forma adecuada. La cafeína se une a ciertos receptores, que normalmente liberan la sustancia que nos adormece, bloqueando su liberación. Esto fuerza la actividad de las células en el cerebro, dándonos una explosión de energía. Pero demasiada cafeína provoca nerviosismo porque la glándula pituitaria en la base del cerebro lo interpreta como una advertencia de emergencia, siguiendo otros mecanismos para prevenir este proceso.

Memoria, podemos evitarlo o no …

Nuestra capacidad para recordar cosas depende de que las células cerebrales establezcan nuevas conexiones. Estas conexiones ocurren mejor en la excitación neural. Solo hay un mensajero clave en el cerebro que mantiene excitadas las células cerebrales, que es la acetilcolina. Se ha demostrado que los medicamentos que imitan el efecto de esta sustancia química aumentan la memoria de las personas con Alzheimer. Esta sustancia química clave está hecha de colina, que se encuentra en los huevos, el hígado y la soja. También se encuentra en ciertas verduras, frutas y cereales.

Mantengamos los «malos» hábitos bajo control

Cuando estamos ansiosos, nuestro cuerpo produce hormonas del estrés llamadas glucocorticoides. Obligan al cerebro a buscar formas de aliviar la mala condición. Y aquí viene el consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas.

Durante un largo período de tiempo, la exposición repetida al azúcar cambia la forma en que responde el cerebro, necesitando más y más para obtener satisfacción, por lo que tendemos a volvernos adictos a los azúcares.

La única forma de prevenir estos antojos es evitar los productos que los crean. Si realmente queremos consumir estos productos y tenemos antojos, podemos alimentar estos antojos o resistirlos y probar otras actividades estimulantes de la dopamina como el ejercicio, la socialización o cualquier otra actividad saludable que nos haga sentir bien.

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