Sabemos desde temprana edad que la vitamina D es indispensable para la salud ósea y, por tanto, para un desarrollo armónico. En realidad, la vitamina D o «vitamina del sol» tiene muchas más propiedades y beneficios para el organismo, lo que hace que asegurar la ingesta necesaria no quede en un aspecto desdeñable. Falta de vitamina D. es un problema común al que se enfrentan tanto los niños como los adultos y los ancianos y puede tener consecuencias y disfunciones bastante graves para la salud del organismo.

Falta de vitamina D: causas

La vitamina D se produce de forma natural en el cuerpo de cada uno de nosotros. El nombre de «vitamina solar» se le dio precisamente por el hecho de que los rayos ultravioleta favorecen su absorción en las células, participando así en la armonización de los procesos que tienen lugar en el cuerpo humano. Por lo tanto, podemos asegurar la ingesta óptima de este nutriente solo mediante la exposición al sol durante unos 15-20 minutos.

Sin embargo, la vitamina D se puede adquirir consumiendo categorías específicas de alimentos. Por ejemplo, comer pescado, productos lácteos naturales y ciertos tipos de cereales son fuentes ricas en vitaminas solares.

Podemos hablar de una deficiencia de vitamina D cuando el consumo de estos alimentos no cubre las necesidades diarias o cuando la exposición al sol es limitada y se consigue de forma inadecuada.
Por otro lado, podemos mencionar aquí algunos problemas de salud, como la incapacidad de los riñones para convertir la vitamina D en su forma activa, como ocurre con bastante frecuencia en los ancianos. Al mismo tiempo, las irregularidades en el tracto digestivo pueden impedir la absorción de vitamina D.

Entre los factores de riesgo de las deficiencias de vitaminas solares se encuentran, por tanto, enfermedades como la enfermedad de Crohn, la fibrosis quística y la enfermedad celíaca. Las personas obesas o de piel oscura también son más propensas a los síntomas de la deficiencia de vitamina D.

Falta de vitamina D – consecuencias

La deficiencia de vitamina D se puede diagnosticar mediante un análisis de 25-hidroxi vitamina D, pero también presenta una serie de síntomas que pueden facilitar su detección. Lo cierto es que la falta de vitamina D es la causa de importantes desequilibrios en el organismo y requiere un tratamiento adecuado.

Las consecuencias de la deficiencia de vitamina D incluyen los siguientes efectos:

La aparición de la osteoporosis.

La asimilación de vitamina D es un paso esencial en el proceso de absorción de calcio. Como resultado, la deficiencia de vitamina D conlleva el riesgo de osteoporosis. Las posibilidades son menores en adultos, pero el riesgo se maximiza si hablamos de niños o ancianos.

Mayor resistencia a la insulina

La ingesta de vitamina D debe mantenerse constante, especialmente en pacientes con diabetes. La vitamina del sol participa activamente en enfermedades asociadas con el síndrome metabólico, por lo que su falta puede promover una mayor resistencia a la insulina.

Pérdida de peso

Entre otras funciones, la vitamina D también se ocupa de mantener un peso óptimo. Por tanto, en el caso de las personas con sobrepeso, una de las causas de este problema podría ser precisamente la reducida capacidad de asimilación de vitamina D.

Autor: Bodytec