Uno de los consejos más incomprendidos que escuchamos a diario se malinterpreta incluso hoy, cuando atravesamos momentos en los que la información abunda en todas partes. Este consejo se refiere al consumo de grasas, y la sugerencia que recibimos de los medios de comunicación es incompleta: proponemos adoptar un estilo de alimentación «baja en grasas» y limitar su cantidad al punto de exclusión. El consejo es incompleto, ya que limitar la ingesta de grasas es un muy buen hábito para el organismo, pero debemos precisar que este caso en particular se aplica a las «grasas malas». Para que puedan cumplir con su función beneficiosa, deben ser parte de la categoría «buenos» y sí, deben estar incluidos en el menú diario.

La mayoría cree que todo tipo de grasas son nocivas, sin cuestionar este aspecto. Además, muchas personas no saben que el cuerpo necesita grasas para funcionar normalmente o que son una fuente importante de energía para todas las células del cuerpo. Una de las desventajas de este grupo de alimentos está provocada por su propio nombre, que da lugar a la sensación de rechazo, sobre el principio infundado de que si comes grasas ganarás peso e, implícitamente, tu salud será mala.

Categorías de grasas

Hay varias categorías de grasas y tantas fuentes de las que pueden obtenerse. La principal característica que los diferencia es su origen: pueden ser animales o plantas. Como se mencionó anteriormente, estas dos categorías se dividen a su vez en grasas para ser incluidas en la dieta (insaturadas: ácidos grasos monoinsaturados, poliinsaturados, omega 3 y omega 6) y grasas cuyo consumo debe reducirse significativamente (saturadas, hidrogenadas). Cabe destacar que las grasas deben ingerirse muy cerca de su forma natural, sin ser cocidas (o si se opta por cocinar, las temperaturas no deben ser muy elevadas).

Grasas no saludables quizás:

  • SATURADO (y suelen ser de origen animal y se encuentran en la carne, la manteca de cerdo y los productos lácteos)
  • HIDROGENADO (los obtenidos a partir de aceites mediante procesos químicos). Las dos categorías de grasas se solidifican a temperatura ambiente.

Grasas saludables (insaturadas):

  • • Monoinsaturados: Se encuentran en una variedad de alimentos y aceites. Se mantienen en forma líquida y a temperatura ambiente.
  • • Polinsaturados: se encuentran en aceites y plantas. Al igual que los monoinsaturados, se mantienen en forma líquida a temperatura ambiente.
  • • Ácidos grasos omega 3 y omega 6: son esenciales (no pueden ser sintetizados por el organismo y deben introducirse en la dieta) y se encuentran en los pescados de mar (salmón, caballa, sardinas, atún, arenque), frutos secos, Olivos y en semilla (de lino, de chía y de susan).

Ejemplos de de los aceites monoinsaturados y poliinsaturados son: aceite de coco, maní, girasol, aguacate, nueces, ALMENDRA, anacardo.

Los beneficios de las grasas buenas en la dieta incluyen:

  • • Reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular,
  • • Prevención de enfermedades inflamatorias de las articulaciones y artritis,
  • • Proteger el cuerpo contra la demencia y el Alzheimer,
  • • Reducir el colesterol malo (LDL). El colesterol es una sustancia parecida a la grasa producida por el cuerpo que ayuda a producir hormonas. Es perjudicial solo cuando el consumo de productos de origen animal aumenta y supera un cierto umbral,
  • • Proporcionar grasas que el cuerpo no puede producir por sí solo,
  • • Apoyar la absorción de vitaminas y ácidos solubles en grasa en el cuerpo (A, D, E, K),
  • • Regulación de los sistemas: nervioso, hormonal e inmunológico,
  • • Controlar el nivel de insulina en sangre,
  • • Reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 o mejorar la enfermedad,
  • • Mejora el aspecto de piel, uñas y cabello,
  • • Apoyar el correcto funcionamiento del cerebro,
  • • Reducción del ambiente inflamatorio en el cuerpo,
  • • Protección del sistema nervioso contra los radicales libres,
  • • Estimulación del metabolismo,
  • • Ajustar el equilibrio de las hormonas sexuales.

miefectos dañinos causado por la eliminación de grasas de la dieta:

  • • depresión
  • • nerviosismo
  • • diabetes
  • • enfermedades cardiovasculares
  • • Hambre excesiva
  • • déficit de memoria y atención
  • • Deficiencias en el funcionamiento de la vesícula biliar.

La moderación y la diversidad deben ser la base de cualquier estilo de nutrición, independientemente de cómo elijamos comer y la gama de categorías de alimentos de las que obtenemos los recursos necesarios para el correcto funcionamiento de los sistemas corporales. El equilibrio de una dieta saludable viene dado por el consumo de productos de todos los grupos de alimentos (divididos en 3 comidas principales y 2 snacks), sin excluir ni siquiera grasas o azúcares (que deben tomarse principalmente de frutas, en forma de fructosa).

Autor: Madalina Todut